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Olga Santochi nació en un pueblito de Córdoba llamado Seber el 8 de Mayo de 1933. Como su padre trabajaba en el Ferrocarril pasó su niñez entre mudanzas a diferentes localidades del interior cordobés. Una de ellas fue Cañada de Luque, donde no había escuela; así que debió trasladarse a lo de unos tíos en Suardi (Provincia de Santa Fe): allí cursó la mayor parte de la primaria. Su tía, llamada Inés, se esmeró en iniciar a la pequeña Olga en ciertas labores propias de una niña de la época: tejido a dos agujas, crochet y piano, sin conseguir nunca los resultados esperados.
La misma actividad del padre ferroviario permitió a la familia Santochi una residencia más definitiva, esta vez en la Rioja , ciudad en la que Olga cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Joaquín V. González, siendo compañera de Enrique Peñaloza Camet (ambos llegarían a ocupar la presidencia y otros cargos dirigenciales de nuestra centenaria institución) y de Ricardo Mercado Luna con quienes integró, junto a otros jóvenes, el llamado Club colegial del mencionado colegio, siendo ella la encargada de la actividad cultural. Justamente éste último evoca en un escrito su temprana vocación dramática:
“Recuerdo a Olga adolescente subiendo al escenario, de amplio vestido blanco cayendo hasta sus zapatos de anticipados tacos altos, para reflejar desde allí la mímica demandada por Alfonsina Storni: ‘Tu me quieres alba, me quieres de espuma, me quieres de nácar’ (Boletín nº 7 BMM).Se graduó de Bachiller en 1951 y continuó sus estudios en Tucumán, en
En 1956 se casó con el poeta José Paredes con quien tendría tres hijos (Maricel, José Adolfo y Osvaldo). La actividad cultural fue una constante en la vida del matrimonio: ambos fueron miembros del Rotary Club de La Rioja que hoy lleva el nombre de “José Paredes”; y frecuentaron círculos literarios vinculados al Grupo Calíbar y la SADE. El escritor Daniel Moyano y su familia se contaron entre los amigos más cercanos de los Paredes, además de otros muchos conocidos escritores y artistas.
En 1972, completó su formación docente cursando las asignaturas pedagógicas en el Instituto del Profesorado de la Escuela Normal Mixta “Pedro I. de Castro Barros” de La Rioja. Al año siguiente fue becada por el Instituto de Cultura Hispánica, para cursar el quinto ciclo de estudios de formación de expertos en literatura infantil iberoamericana y extranjera.
Como escritora, incursionó en la narrativa y el teatro. Su trilogía de cuentos “Mis seis años”, fue premiada en concurso por la Dirección de Cultura de la Provincia en 1967. Escribió además los relatos: “El árbol que caminaba”, “La venganza del despertador”, “Mi loro Lorenzo” y “Chonay”, premiado en 1968 por el Centro Editor de América Latina en el Certamen Nacional “Cuentos para niños del año 2000” . Este cuento fue adaptado luego y dirigido por ella misma como pieza de teatro infantil.
Muchos recordarán que como homenaje póstumo a su profesora, un grupo de alumnas que formaron parte del elenco EL MIKILO se autoconvocaron y –bajo la dirección de Carla Navarro– se organizaron para volver a poner en escena “Chonay”, asumiendo –aunque ya adultas– cada cual su papel y respetando las marcaciones realizadas por Olga años atrás cuando ganaban el Primer Premio en el Festival infantil de Teatro en Necochea. Distinción que volverían a merecer dos años más tarde con la puesta de “Mi Amigo el Duende”.
Es autora de las siguientes piezas teatrales infantiles y obras de títeres:
“El payaso Chispita”, “El pequeño duende”, “Cosas de payasos”, “El jardín de las brujitas”, “Mi amigo el robot” y “La ranita Lucrecia”, entre otras.
La mayor parte de su obra revela un profundo conocimiento del alma infantil, ya adoptando una perspectiva casi testimonial desde la niñez, ya narrando historias que tienen a los niños como protagonistas.
Dirección teatral
Con la Escuela de Arte Escénico, dirigió los siguientes espectáculos infantiles: “La escuela de las Hadas” (basada en un cuento de Conrado Nalé Roxlo);
“El reino del revés” y “Daylan Kifki” (sobre textos de María Elena Walsh); “Pluf el fantasmita” y “El robo de las cebollitas” de María Clara Machado
“La guerra siempre” (en base a textos de diferentes autores) y “El príncipe feliz” (adaptación de un cuento de Oscar Wilde) esta última en co-producción con la Academia de Danzas dirigida por Laura Gay; “Jesús en la poesía” (puesta navideña en torno a villancicos y la temática del nacimiento).
Otras: “Se me ha perdido una niña”, “De por aquí y de por allá”, “Niños y marionetas”
“El último dragón”, “Marionetas”, “La poesía y el Mar”, “La brujita que era buena”, “Había una vez”, “El canto de la lluvia”, “Poemas de Alfonsina”, “Tacuaras para la Patria ”, “Hasta aquí”, “El país de los recuerdos” y “Caperucita Roja”
Con los alumnos de la Escuela “Dante Alighieri”, realizó:
“No ahondes”, “Las aturdidas” y “Te digo que no”, sobre cuentos de Alberto Moravia.
“No ahondes”, “Las aturdidas” y “Te digo que no”, sobre cuentos de Alberto Moravia.
Fue co-fundadora, junto a Alba Lanzillotto de Pereyra del Taller de Teatro “La Grulla ” perteneciente al Colegio Nacional Joaquín V. González, con el que puso en escena las siguientes obras: “La grulla crepuscular” del japonés Junji Kinishita, “El pescador”, “El pintor” y “El cazador de unicornios” de Aldo Pellegrini; “La sombra en el valle” de John Singer; “Pluf el fantasmita” de María Clara Machado, “El país de las vacaciones” de Ugo Betti, “Si sí, sí; si no, no” de Jaime Potenze y “Siete gritos en el mar” de Alejandro Casona.
Como actriz, Olga colaboró con el elenco de la Comedia de la Provincia , dirigido por Edgardo Gordillo, siendo memorable su rol protagónico en “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca.
Participó en la realización de audiovisuales, entre los que caben mencionarse: “La Rioja , tierra de San Nicolás”, “La Rioja , hombre y paisaje” y “La Rioja es así”.
Olga Santochi no fue indiferente a la actividad política: Al concluir la Dictadura Militar , los años ochenta la encontraron militando en la Unión Cívica Radical y en el Movimiento de Renovación y Cambio creado por Raúl Alfonsín.
Logró vencer con su trayectoria los prejuicios de una sociedad algo machista como la riojana, porque más allá de cualquier pose feminista, creía íntimamente que no cabían las diferencias de sexo en la entrega a los demás, en la participación activa, en la difusión de la educación y del arte, en el crecimiento cultural de un pueblo. Así es como llegó a ser, por mérito propio, no sólo candidata a Intendente capitalina por la U.C .R. cuando la ley de cupo femenino no existía aún, sino también la primera mujer que ocupó la presidencia de la Biblioteca Mariano Moreno, circunstancia que concitó el interés y el reconocimiento más allá de las fronteras de la provincia y quedó reflejada en el Diario La Nación , que destacó este hecho dando un espacio privilegiado en su edición del 2 de febrero de 1999, a la nota firmada por el periodista Arturo Ortiz Sosa y que se titulaba precisamente “La mujer gana espacios”.
Fue nombrada Ciudadana Ilustre por el Concejo Deliberante de la capital riojana y distinguida con el “Famatina de Plata” en el rubro Teatro por la Dirección de Cultura Municipal, entre otros muchos reconocimientos a su trayectoria.
Murió en La Rioja el 6 de Diciembre del 1999, después de luchar –de pie y sin resignar sus actividades— contra una penosa enfermedad.
Marcela Mercado Luna
Fuentes:
Efraín de la Fuente : Historia del teatro en La Rioja
Biblioteca Mariano Moreno: Boletín Nº 7 y Nº 8 de la institución
Entrevistas varias.
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1 comentario:
tuve el gran privilegio de actuar durante toda mi infancia en su escuela de teatro para niños, representamos obras de conrado nale roxlo, maria elena walsh o otros autores.
tambien tuve el placer de comer las uvas blancas de su parra (trepado a la parra,a la siesta, que era lo mejor)
de ella aprendí a no temer a un escenario, y gozo hasta el dia de hoy de la amistad de sus tres hijos.
bravo marcela por poner acá a mi "tía olga",
saludos
ricardo moyano
(guitarrista)
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