domingo, 17 de agosto de 2008

MARIO PAOLETTI


Mario Paoletti nació en Buenos Aires el 20 de junio de 1940. Desde muy joven estuvo vinculado al periodismo gráfico a través de colaboraciones en la revista de humor político “Tía Vicenta”. En 1959 se suma a la empresa de su hermano Alipio de refundar el Diario “El Independiente”, iniciando una etapa memorable dentro de la historia del periodismo riojano. También integró –junto a Daniel Moyano y el propio Alipio– el equipo de redacción de “El Champi” (1968/1971), publicación local de humor y crítica política dirigida por Miguel Ángel Guzmán y reconocida por sus memorables ridiculizaciones de los gobernantes de facto de la época.
La Rioja fue el lugar elegido para vivir: aquí cosechó amigos, aquí se casó y formó su familia, aquí nacieron y crecieron sus tres hijos, pero el destino le tenía deparadas otras andanzas y también, otras tierras. “El Independiente” lo contó entre sus principales redactores mientras él se entregaba con entusiasmo a sus dos grandes pasiones: el periodismo y la literatura.
En 1976, con el advenimiento del Golpe de Estado, es encarcelado, al igual que muchos periodistas de ese diario, alojado en la unidad penitenciaria local, el I.R.S.S. y trasladado más tarde –junto a otros presos políticos riojanos– a la Cárcel de Sierra Chica, donde permaneció sin ser juzgado, hasta 1980, año en que es expulsado del país. Los horrores de ese tiempo han quedado reflejados en muchos de sus cuentos y en la novela A Fuego Lento, ganadora del Premio “V Centenario” de Murcia.
Su producción abarca diferentes géneros: Publicó poesías, cuentos, novelas, ensayos de crítica literaria y de actualidad política. Ha obtenido premios en España, Cuba y Estados Unidos.
Actualmente reside en Toledo, España, donde dirige desde 1984 el Centro de Estudios Internacionales de la Fundación Ortega y Gasset, universidad a la que acuden estudiantes de todo el mundo.

Principales obras

Entre sus obras de ficción narrativa, merece citarse, en primer término, la llamada “Trilogía Argentina”, integrada por las novelas: Antes del Diluvio (Premio “Castilla La Mancha”,1988), A Fuego Lento (“Premio Quinto Centenario”, 1993) y Mala Junta (1999). Éstas últimas fueron publicadas en nuestro país por Editorial de Belgrano (obviamente, las dos primeras cuentan –además– con edición española). Publicó, además, la colección de cuentos Quince Monedas (“Premio Ciudad de Toledo”, 1993), y la novela Vasco busca vasco, (“Premio Nacional de novela ‘Francisco Ayala’, 2002), que fue editada en España. Sus ensayos más difundidos son: El Aguafiestas (Alfaguara, 1995): una completa y amena biografía de Mario Benedetti, y Borges Verbal (Emecé, 1999), en colaboración con Pilar Bravo, libro que recopila opiniones, ocurrencias, y comentarios de Borges sobre temas diversos, rastreados en diferentes reportajes, y precedidos de una excelente biografía del autor de “El Aleph”.
La obra poética de Paoletti comprende: Poemas con Arlt (Madrid, 1983), Inventario (“Premio Rafael Morales”, Talavera de la Reina, 1990), Arltianas (2000, editada en La Rioja por “Pandemia”), Poemas con Ortega (Madrid, 2005) y Retratos y autoretratos, Botellalmar, Toledo 2007.
Es co-autor, junto al músico Tata Cedrón del Musical Orejitas Perfumadas”, un homenaje a Roberto Arlt a partir del tango y de letras inspiradas en personajes y situaciones de las obras del autor de Los Siete Locos.

Mario Paoletti frente al “Diluvio”
El “diluvio” es la metáfora paolettiana del llamado “Proceso de Reorganización Nacional”, que causó estragos en la sociedad argentina, y al que muchos no sobrevivieron. Esta metáfora se construirá a lo largo de las novelas: Antes del Diluvio, A Fuego Lento y Mala Junta, que integran la “trilogía argentina”, de discurso autobiográfico, que relata, tres distintos momentos de la historia argentina captados desde la óptica y la experiencia del personaje-narrador, quien va transitando su vida –desde la infancia a la adultez– en un país signado por los desencuentros políticos, la guerrilla, el terrorismo de estado y el exilio, sucesivamente. El tiempo narrado en estas tres novelas abarca desde los años treinta, evocados por recuerdos infantiles del personaje, hasta los noventa, vividos desde una ya estable situación de argentino radicado definitivamente en Madrid.
El ritmo narrativo de Paoletti –sostenido y parejo– se completa con rasgos de estilo inconfundibles, que atrapan al lector y hacen hasta de los hechos más sórdidos y crueles, un relato ameno y no exento de humor. El humor es, justamente, una de las claves de la obra de este gran escritor, cuya habilidad para hacer reír es sobradamente demostrada en la segunda novela de la trilogía: A Fuego Lento, que narra las últimas dos semanas de prisión del protagonista en la Cárcel de Sierra Chica. Allí padece situaciones aberrantes y dolorosas, en las que nada hace prever al lector la posibilidad de encontrar motivos graciosos, y sin embargo el humor aflora, aun en los momentos más duros.
Junto al humor, la intertextualidad es otro resorte de comunicación eficaz entre autor y lector, un guiño de complicidad mediante la alusión, inclusión o cita de textos preexistentes en un juego divertido de reconocimiento continuo.

Disertación en la Biblioteca Mariano Moreno

La visita de Mario Paoletti a La Rioja en diciembre de 2005, fue un acontecimiento cultural de trascendencia para la ciudad de La Rioja.
Invitado por la Biblioteca Mariano Moreno, pronunció la conferencia: “La Rioja, ¿novela sin novelista?” cuyo título, según explicó tiene su origen en una frase de Ulises Petit de Murat, quien, en oportunidad de visitar esta provincia en la década del setenta, se refirió a ella como “una novela a la espera de un novelista”. Así, partiendo de esa imagen, Paoletti fue tomando ejemplos de la literatura universal para armar lo que para él sería una suerte de paradigma de la novela riojana; rescatando como “aprovechables” los diálogos de Chejov, en los que parece que “nada sucede”, y los ambientes de Faulkner, en cuyos espacios del sur de Estados Unidos, pueden encontrarse paralelismos con el norte argentino. Un escritor como Jorge Amado, por ejemplo –destacó el escritor en medio de un desfile de clásicos–, y aunque Bahía sea muy diferente de La Rioja, tiene personajes como el inmigrante árabe, que es típico de ésta y otras provincias argentinas.
Hay que destacar que el propio Paoletti supo aprovechar en sus obras, parte de ese material novelístico, al incluir –entre los muchos presos de la cárcel en la que se ambienta su novela A Fuego Lento– personajes del país interior, inspirados en la forma de ser del riojano; también su novela Vasco busca vasco contiene un capítulo que se desarrolla en Chañar, localidad riojana cercana al límite con Córdoba.
Entre otros conceptos desarrollados en esta clase magistral de literatura, Mario Paoletti señaló que la literatura y el arte en general, no pueden respetar moldes sacralizados: “No se puede ser buen ciudadano y buen escritor al mismo tiempo”; la literatura que intenta “quedar bien” con una causa, es, en general, muy mala, opinó el escritor al tiempo que ponía como ejemplo la “Oda a Stalin” de Pablo Neruda.
Los jóvenes artistas deben tener una actitud vanguardista, y no estaría mal derribar algunas estatuas, puntualizó el autor, quien luego respondió preguntas que se formularon desde el público, algunas de las cuales parecían no haber comprendido el alcance de la metáfora que construyó Paoletti para referirse al “material disponible” desde el punto de vista literario en estas tierras. “No me crean tanto, que ya les advertí que la literatura es una mentira convincente” dijo el narrador, quien había comenzado su charla refiriéndose a la naturaleza de los escritos de ficción.
Marcela Mercado Luna

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